El monumento se puede llamar, en un sentido pleno, popular. Se creó gracias a la sociedad militar-histórica rusa y las donaciones privadas. Se recolectaron más de 100 millones de rublos.
El monumento a Vladimir está instalado en la colina Borovitsky, al sur del Jardín de Alejandro. Su altura junto con el pedestal es de 17.5 metros. La escultura está hecha de bronce, mientras que el pedestal está hecho de granito. Los autores del proyecto fueron el artista Salavat Shcherbakov y el escultor Igor Voskresensky.
Cabe señalar que inicialmente el público y los expertos tenían miedo de que la figura del Príncipe Vladimir se volviera similar a la de Pedro el Grande. Nos referimos a la que realizó Tsereteli, en el Terraplén de Krymskaya. Por estas dudas, la altura previamente planificada de 24 metros se redujo significativamente.
Según la mayoría de los historiadores y ciudadanos comunes, el monumento a Vladimir es un éxito. Cuando se creó, los autores no querían que el monumento se pareciera a un icono. Por lo tanto, el príncipe de bronce creado por ellos no solo era un santo, sino también un guerrero y un político. Este es un gobernante y guerrero tranquilo y fuerte, valiente y confiado.
Tres bajorrelieves nos cuentan sobre la vida y los hechos del príncipe. Estas son pinturas escultóricas reales. El primero de ellos glorifica al Príncipe Vladimir como el gobernante y constructor de las ciudades rusas. En el segundo bajorrelieve vemos el bautismo de Vladimir. Y el tercero muestra el bautismo de Rusia.